lunes, 28 de marzo de 2016

LAS COSAS QUE NO NOS DIJIMOS



AUTOR: Mark Levy
OPINIÓN:
 
Por fin se reencontraron Tomas y Julia. Ellos ya habían roto con sus respectivas parejas, a julia la dejó su prometido porque ella no quería ser como él la quería convertir: una mujer que era perfecta para él y crear una imagen de superioridad a su alrededor, y Tomas no iba enserio con la novia que tenía puesto que solo era una aventura. Ya de ultimo el padre de julia se le acabo la batería y antes de que julia despertara ya se había metido en la caja en donde vino y le dejo la siguiente  carta:
Hija mía:
 Cuando leas esta carta, se me habrán acabado las fuerzas; espero que no me guardes rencor, he preferido evitarte una despedida inútil. Ya es bastante enterrar a un padre una vez. Cuando hayas leído estas últimas palabras, sal de casa unas horas. Vendrán a buscarme, y prefiero que no estés presente. No vuelvas a abrir esta caja, estoy durmiendo en ella, sereno, gracias a ti. Julia mía, gracias por estos días que me has dado. Hacía tanto tiempo que los esperaba, hacía tanto tiempo que soñaba con conocer a la mujer maravillosa en la que te has convertido. Es uno de los grandes misterios de la vida de un padre este que habré aprendido estos últimos días. Hay que saber amaestrar el tiempo en el que uno conocerá al adulto en que se ha convertido su hijo, aprender a cederle paso. Perdóname también por todo lo que no hice o hice mal en tu infancia, sólo yo soy responsable. No estuve presente lo suficiente, no tanto como tú deseabas; me habría gustado ser tu amigo, tu cómplice, tu confidente; sólo he sido tu padre, pero lo seré para siempre. Dondequiera que vaya ahora, llevo conmigo el recuerdo de un amor infinito, mi amor por ti. ¿Recuerdas esa leyenda china, esa historia tan bonita que narraba las virtudes de un reflejo de luna en el agua? Hacía mal en no creer en ella, también eso era sólo cuestión de paciencia; mi deseo se habrá cumplido al final, puesto que esa mujer que tanto esperaba ver reaparecer en mi vida eras tú. Todavía te recuerdo de niña, cuando corrías a abrazarme... Es tonto decirlo, pero es la cosa más bonita que me ha pasado en la vida. Nada me habrá hecho más feliz que tu risa, que esos cariños de niña que me hacías cuando volvía a casa por la noche. Sé que algún día, cuando te hayas liberado de la pena, volverán a ti los recuerdos. Sé también que nunca olvidarás los sueños que me contabas cuando venía a sentarme al pie de tu cama. Incluso en mis ausencias no estaba tan lejos de ti como creías; aunque sea torpe, aunque no se me dé bien, te quiero. Sólo me queda una cosa que pedirte: prométeme que serás feliz.
TU PADRE.

El final de este libro me hizo llorar sé que podía decir más pero escogí hablar sobre esta parte del libro, de como es increíble el amor que puede haber en un padre hacia una hija, imaginarse hasta qué punto hay que amar para aprender a vivir por los hijos, sabiendo que lo olvidarían todo de sus primeros años, que en los años venideros los hijos sufren por lo que los padres no hayan hecho bien, que llegara el día en que los hijos se separaran de los padres buscando libertad. Hay hijos que reprochan la ausencia de los padres pero ¿sabrán cómo se sufre el día que los hijos se van? Lo único que les pueden decir es que la vida pasa a una velocidad de vértigo. ¿Qué saben los hijos sobre el amor si solo han amado siempre a quienes les devolvían una imagen hermosa  de ellos mismos?

1 comentario:


  1. Me parece una excelente opinión, aunque cuentas mucho la historia; es bueno ver que te ha dado grandes enseñanzas este libro, como el de valorar a nuestros padres y el amor infinito que ellos pueden tener hacia nosotros y que nosotros no siempre reconocemos lo bueno que ellos nos brindan, solo tenemos más presente lo malo que nos han hecho

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